sábado, 5 de marzo de 2011

Alarma en la enseñanza vizcaína.

'Hackers' se cuelan en el tuenti y el messenger de alumnas de Primaria y ESO del País Vasco para tratar de conseguir imágenes obscenas.

04.03.11 - 02:50 -
MARTA FDEZ. VALLEJO | BILBAO.
Un grupo de alumnas de Primaria y Secundaria, de 11 a 14 años, de un centro de enseñanza vizcaíno dio la señal de alarma el pasado fin de semana. Las niñas hablaban por el tuenti y el messenger con sus amigas cuando comenzaron a recibir propuestas obscenas que aparentemente procedían de su círculo de conocidas. '¿De qué color llevas la ropa interior?', 'Conecta la 'webcam', desnúdate y métete en la cama', fueron algunas de las invitaciones que aparecieron a sus pantallas. Las chavalas se dieron cuenta de que algún desconocido había irrumpido en su grupo de 'chateo' y avisaron asustadas a sus padres.
Según los primeros indicios recogidos, los piratas informáticos se colaron en el tuenti de una de las niñas tras hacerse con la contraseña de un amigo suyo que reside en Barcelona. En pocas horas, los 'hackers' se habían apropiado de las claves de acceso de las compañeras de esa menor, y pudieron acceder a las charlas que mantenían a través de la red.
Los individuos suplantaron la identidad de algunas menores. Las niñas creían estar hablando con una compañera de clase cuando, en realidad, mantenían una conversación con un extraño que había pirateado la cuenta de correo de una amiga. «Tú creías que estabas hablando con tu amiga y, de repente, te decía: 'me puedes firmar en este blog, que estoy recopilando los contactos en una página'. Y te mandaba un link. Al pinchar, aparecía una página en la que debías poner tus datos. No desconfiabas porque creías que era una compañera la que estaba al otro lado. Pero si le decías que no, que en ese momento no podías, se enfadaba y te decía que te iba a borrar del tuenti. Ahí empezabas a sospechar que ocurría algo raro», explicaba una de las menores que no cayó en la trampa.
Los padres de las afectadas avisaron el lunes a la dirección del colegio. Desde el centro enviaron una circular urgente a las familias de las alumnas que van desde quinto de Primaria a segundo de la ESO, el grupo en el que se detectó la peligrosa intrusión, para informarles de la situación y pedirles que extremaran la vigilancia en las redes sociales de sus hijos ya que no se sabe con exactitud el número de contraseñas pirateadas. Una buena parte de los padres han decidido cerrar las cuentas de tuenti y messenger.
Tras la pista
Las familias de las pequeñas pusieron también los hechos en conocimiento de la Ertzaintza. «Nos indicaron que están ya tras la pista de los piratas informáticos que, al parecer, viven en Barcelona», relató una de las madres. Según explicó, la Policía autonómica había recibido ya denuncias similares de grupos de menores de otros colegios vascos en los que se han colado estos acosadores con intención de lograr imágenes pornográficas.
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Posted: 04 Mar 2011 02:07 AM PST

Cuestión de tamaña importancia la que me llama la atención hoy: la seguridad en las redes sociales debe ser nuestra prioridad como usuarios para proteger los contenidos que publicamos. Un estudio realizado por BitDefender estima que un 75 por ciento de los internautas mantiene la misma contraseña para todos sus acceso en redes sociales y en el correo electrónico.
La compañía va a más y estima que con una búsqueda en la red se pueden encontrar más de 250.000 cuentas de correo electrónico, con nombre de usuario y contraseña, de las que el 87 por ciento continúan funcionando mediante la utilización de las credenciales. Conclusión: ni por asomo somos dados a cambiar con frecuencia nuestras contraseñas en los servicios que mantenemos activos.
Somos de naturaleza descuidada. Basta conocer estos datos estadísticos para asumir que no estamos habituados a cambiar las contraseñas con asiduidad. No solo eso: sé de buena tinta que solemos dar poca importancia a las contraseñar y a los sistemas de seguridad. Y merece la pena muy mucho, porque los problemas que se nos pueden presentar son numerosos.
Por un lado, el phishing y la suplantación de indentidad pueden derivar en problemas nada apetecibles, sobre todo si nos movemos en múltiples plataformas (redes sociales, bancos, correo electrónico) con las mismas contraseñas. Conviene que nuestros passwords sean diferentes. No exijo ya la combinación de caracteres numéricos y de palabras en las contraseñas, aunque debería.
Cuando nos conectamos a Internet estamos dando constantemente datos que nos identifican como personas dentro de numerosos contextos. Si en la vida real nos preocupamos por quedar bien en cualquier contexto y evitamos ser imitados (buscamos siempre lo exclusivo), ¿por qué no actuar de igual forma en el territorio virtual impidiendo que otros accedan a nuestros datos personales?
La privacidad es otra cuestión que me llama la atención en esto de la seguridad. La psicosis que en casos planea sobre las redes sociales tiene fácil solución: ajustar siempre las opciones de privacidad bajo nuestras decisiones para conocer quien tiene acceso a nuestros datos (fotografías, vídeos, comentarios, etc.). Pero eso es ya otro cantar en el que no me voy a meter por esta ocasión.

De: Un blog en Red.

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